Ha sido un inevitable 'sí, pero...' porque el proyecto no acaba de ser del todo claro y no deja de plantear dudas sobre su utilidad y motivo y, ante todo, el respeto a un inmueble con más de 150 años de historia declarado Bien de Interés Cultural y Monumento Histórico Nacional.
Vía :: Las Provincias |
No está todo dicho en cuanto al proyecto de la cubierta de la Plaza de Toros de Valencia. Ni mucho menos está todo hecho. La iniciativa de CMD Ingenieros debe modificarse. Así lo exige la Dirección General de Patrimonio, tal y como publicó LAS PROVINCIAS el pasado 9 de marzo.
El departamento de la Conselleria de Cultura requiere que se efectúe un protocolo de seguimiento para que la cubierta no afecte a la estructura de ladrillo de la plaza de toros; que especifiquen las características técnicas de la lona para que no afecte a las visuales interiores ni exteriores y que tampoco perjudique a los pilares verticales del edificio; y que la plaza de toros esté más tiempo descubierta que con la lona puesta. Así lo exigió Paz Olmos, la directora de Patrimonio, a la Diputación de Valencia en un escrito con fecha de salida del 14 de marzo de 2011. Sólo con esas modificaciones se emitirá la autorización definitiva.
Previo al escrito de Patrimonio, la arquitecta inspectora de Patrimonio, María Petra Santisteban, remitió un informe a Paz Olmos, al que ha tenido acceso este periódico, en el que realiza algunas consideraciones de relevancia. En el escrito, con fecha del 19 de enero de 2011, se concluye que «la valoración patrimonial al proyecto es favorable, aún entendiendo y manteniendo que dicho inmueble, Bien de Interés Cultural con características, constructivas y de entorno significativas, no debe contar con un sistema de cobertura». Es decir, el departamento de Inspección del Patrimonio Histórico Artístico de Cultura cuestiona la necesidad de la cubierta.
El informe reconoce que «de llevarse acabo la ejecución de la cobertura de la plaza de toros» sería «por motivos diferentes a la mejora patrimonial de la misma».
El mismo documento remarca que el funcionamietno de la cubierta «sea excepcional» ante las «cautelas desde el punto de vista patrimonial» y sugiere un protocolo «en el que se expongan el programa de necesidades y tiempos mínimos» del uso de la lona.
Vía :: Levante-EMV |
Cualquier intervención en el redondel valenciano, con su blindaje protector, es más complicada. Dos años después de presentarse a la Dirección General de Patrimonio Cultural el proyecto, la responsable política del área, Paz Olmos, ha firmado, como avanzó este diario, una autorización de las obras condicionada a que la cubierta no sea visible desde el exterior, que sea reversible, que la plaza esté más tiempo descapotada que con el sombrero y que no se lesione la mampostería. Está tan condicionado el proyecto que Paz Olmos "recomienda" aportar un nuevo documento que garantice el cumplimiento de las exigencias. Para el portavoz socialista en la diputación, Rafael Rubio, la autorización que Olmos firmó el pasado 8 de marzo no es tal hasta en tanto la diputación no complete el proyecto con ese documento. La voluntad inicial de los técnicos de Cultura no casaba con las obras que Rus desea acometer con vistas a poder explotar comercial y culturalmente la plaza como escenario de conciertos entre octubre y marzo, cuando no hay toros. Cubrir el coso "no es un capricho mío", proclamó Rus, sino que persigue incluir a la plaza "en la ruta de los grupos internacionales" que tendrán en Valencia un recinto cubierto para 12.000 espectadores, señaló el presidente.
Vía :: El País |
La Dirección General de Patrimonio de la Generalitat ha exigido al presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus, garantías de que no se dañará la plaza de toros de Valencia si se realizan obras para cubrirla. El informe de Patrimonio, fechado el pasado 8 de marzo, reclama un protocolo de seguimiento, tanto de movimientos como de posibles lesiones en la fábrica de ladrillo, de la nueva estructura necesaria para cubrir el coso. También se reclaman más datos acerca de la lona que se utilizará y su impacto visual. Igualmente, la Consejería de Cultura pide un programa de necesidades y tiempo de cobertura de la plana para que se mantenga el mayor tiempo posible descubierta.