El torero Julio Aparicio no volverá de momento a Las Ventas, en cuyo ruedo cayó herido de mucha gravedad el pasado mayo, porque, según su apoderado Pepe Luis Segura, “se han atascado las negociaciones en el tema económico”.
“Ya es seguro que Aparicio no toreará este año en las Ferias de San Isidro y del Aniversario. Conviene que se sepa, porque andan circulando carteles con su nombre, y no es así. La gente debe saber lo que hay, o en este caso, lo que no habrá”, precisó el apoderado.
Esta ausencia ya confirmada será una de las más notables en los dos ciclos madrileños cuyo desarrollo, prácticamente ininterrumpido, abarca más de un mes, del 10 de mayo al 12 de junio, excepto cuatro días entre el 3 y el 6 de junio.
“Bien que lo sentimos todos, el primero el propio matador, que estaba muy ilusionado. Y hay que aclarar que la empresa ofreció lo mejor en cuanto a toros, permitiendo incluso elegir, y compañeros de cartel. Pero al final ha podido más el dinero”, aclaró Segura. “El regreso de Aparicio a Las Ventas, entendemos que es uno de los grandes acontecimientos que espera la afición y el público en general, y eso hay que tenerlo en cuenta en todos los aspectos de la contratación. Y conste que de nuestra parte hemos intentado también facilitar las cosas, pero….”, fue lo último que dijo el apoderado.
Aparicio resultó herido el pasado 21 de mayo en Las Ventas, cuando un toro de la ganadería de Juan Pedro Domecq le corneó en el cuello asomándole el pitón por la boca. Un percance escalofriante por las imágenes de tan angustiosa situación, que dieron la vuelta al mundo, y lo sacrificada y dura que fue su recuperación después de varias y delicadas intervenciones.
Pero tras una etapa más, ésta de intensa preparación, el torero llegó felizmente a la meta que él mismo se trazó, pudiendo reaparecer el 1 de agosto en la plaza de Pontevedra, donde cosechó un notable triunfo. Toreó cinco corridas más y de nuevo tuvo que parar aquejado de fuertes problemas de deshidratación.
Todavía pudo hacer un intento de temporada en América, llegando a torear una corrida en la Feria de Valencia (Venezuela), pero de nuevo la mala suerte se cebó con él, al lesionarse en el campo durante un entrenamiento en su propia ganadería, teniendo que pasar nuevamente por el quirófano en diciembre para ser intervenido de una rotura del ligamento cruzado de la rodilla izquierda.
A pesar de todo, a principios de esta semana, otra vez recuperado en el aspecto físico, el torero aparecía radiante al contar sus planes para esta temporada, manifestando su deseo de estar en la plaza de Las Ventas.
De Madrid y Aparicio, dijo, “lo que hay que recordar es algo muy trascendente, como la faena a aquel toro de Alcurrucén, en el año 94, que puso mi carrera en una irresistible ascensión. Fue el triunfo de mayor repercusión en mi vida de torero, y eso hace que esa plaza sea ya siempre para mí muy especial, muy importante”.