Ayer la rotundidad de El Juli no sirvió para tapar la decepcionante reinauguración de la plaza de toros de València. El petardo de Victoriano del Río fue tremendo, sólo sirvió uno --el tercero-- y para postre el regalo del sobrero por parte de Vicente Barrera le dio al renovado coso de la calle Xàtiva un inaguantable tufo pueblerino.
La escena bien la hubiese podido rodar el Luis García Berlanga en tono cómico: El matador de aquí para allá, implorando incluso a la alcaldesa y al presidente de la diputación un toro más, por favor, para poderse despedir conforme de la Feria de Fallas y cortar una orejita que en verdad no va a ningún parte.
Uno lleva dos tarde de toros esta temporada y en las dos se ha regalado un sobrero. Mala cosa, el cachondeo de deja de acrecentarse. Esperemos que hoy no suceda lo mismo otra vez y la terna tenga suficiente con los seis de lidia ordinaria.
En la segunda de la Feria de Fallas, toros de Jandilla para Francisco Rivera Ordóñez, ahora Paquirri en los carteles, El Fandi y Alejandro Talavante.