COMO UNA GASEOSA ABIERTA (Sevilla, Crónica de la 4ª de la feria de abril)

Llegó la esperada Victorinada a Sevilla y nos quedamos igual que estábamos. La corrida de toros enviada por Victorino no ha respondido para nada, de lo que se espera de este hierro. Los toros de Victorino no han tenido esa chispa que les caracteriza y han tenido una sosería impropia del encaste. Además el encierro ha estado muy justito de presencia, con animales impresentables para Sevilla. No sé si será mi sensación, pero veo a los Victorinos con otro tipo de hechuras y encornaduras y se echa de menos ese toro engatillado que tantos triunfos y disgustos ha dado a los toreros.
Dentro del encierro tan descastado y soso, ha destacado sobremanera el 2º de la tarde. Un toro muy serio de comportamiento, que ha vendido el pescado caro, y también el 6º, que ha tenido un pitón izquierdo para bordar la maestranza al natural.
Juan José Padilla lidiaba por primera vez Victorinos en Sevilla, después de curtirse con este hierro en el verano norteño. Buen nivel capotero el mostrado por el jerezano, que no ha tenido toros. Un primero sosísimo y un cuarto sin emoción ni gracia ninguna. No le han valido ni para demostrar valor. Mató extraordinariamente al 4º.
Manuel Jesús “El Cid” para abrir su participación en la feria, se ha encontrado con un trabajo de lujo. El 2º de Victorino ha sido un toro para apostar y tirar la moneda al aire. El de Victorino trasmitía un montón y humillaba como el que más. Un toro de esos que dice aquí estoy ven. “El Cid” ha tratado de sacar al toro lo mejor e incluso se ha llevado una voltereta, pero quizá, le haya pesado el toro a principios de feria y no ha llegado a apostar a la alza. Todo quedó en ovación con sensación de que el torero podía haber hecho más. El quinto, con menos gracia que una mona vestida de flamenca, solo le ha servido para matarlo muy bien.
Salvador Cortés cerraba su participación en la feria. Después de quedar inédito ante los de Dolores Aguirre, hoy se ha podido quitar el mal sabor de boca. El tercero, no prometía nada, pero sorprendentemente le dejo dar dos tandas de derechazos de buena factura que arrancaron la música, luego el toro se dio cuenta y volvió a los orígenes y todo quedó en nada. El sexto, muy justito de presencia, ha tenido un gran pitón izquierdo. Toro tardo que cuando se decía ofrecía cuatro o cinco arrancadas para bordar el toreo al natural. Cortés lo consiguió en algunos momentos, consiguiendo un trasteo como el juego de la corrida de toros equiparable a una gaseosa abierta, dulce pero sin burbujas. Pinchazo y estocada que le dejaron una posible oreja en una vuelta al ruedo.
Ficha:
Plaza de Toros de Sevilla. 4º de feria. Casi lleno
Toros de Victorino Martín, justos de presencia y deslucidos, salvo el exigente y encastado 2º y el noble por el pitón izquierdo 6º.
Juan José Padilla: Silencio y Ovación
“El Cid”: Palmas y silencio
Salvador Cortés: Palmas y vuelta al ruedo tras petición minoritaria.
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