Regreso de Asturias y Galicia. Allí despeje la cabeza de incertidumbres. Muy bonitas estas comunidades, diferentes pero hermanas. Los lagos de Covadonga me parecieron espectaculares y subir a ellos fue un sueño hecho realidad. Uno que viene del secano murciano, ve la tierra que mana agua en Asturias. Que mal repartido está el mundo..
El sábado mi ruta astur-gallega me llevo al bonito pueblo de Combarro, en plena ría de Pontevedra. Y allí disfrutando de buen pulpo, en una terraza frente a la ría, la incertidumbre José Tomás también se me quito.
No pude resistir la tentación y tiré de móvil y auriculares para escuchar la reaparición del de Galapagar, gracias a la cortesía de Punto Radio.
A la mañana siguiente, los diarios gallegos no hablaban de José Tomás. Confieso que me cabree mucho, así que, cuando pude me apresure a recopilar toda la información de la reaparición.
Me congratula que Víctor Puerto no ejerciera de telonero al uso. Y eso es de mérito. Los que le abren cartel a José Tomás deben ser toreros para torear y no para pasar el trámite de matar al toro.
Que el mexicano Saldivar gustara al público y aunque estando con las carencias del que empieza, dejará impronta en la reaparición, también me gusto. Debemos abrirles paso a toreros de este tipo. Toreros con hambre de triunfos, de pelea y que torean para el público, que es el que paga. Estoy harto de que las figuritas de pitiminí digan que torean para ellos. Para torear para usted, quédese en su casa.
José Tomás reapareció y eso ya es todo un mérito. Después del tabacazo de Aguascalientes es imposible que vuelva al 100%. Lo importante es que dejó retazos de que tiene posibilidades de volver a ser el que era. La espada ya le funcionará, a buen seguro. La oreja que le dieron fue merecida y se desato el órdago con la negativa del presidente de darle la segunda. Por el nivel de otras de esa feria de Julio, la podía haber dado, en eso de acuerdo, pero darle la segunda oreja con una estocada caída, no creo que dignifique más la tarde del torero. Y que quede claro que la podía haber dado.
Lo que pasa que los defensores a ultranza de José Tomás estaban preparados para lanzar la buena nueva de la vuelta del mesías. Acaba de nacer otra vez y ya quieren que haga milagros, démosle tiempo.
También es verdad que los Herodes periodísticos también han querido degollar a José Tomás y se han tirado al cuello para ni tan siquiera darle tiempo.
A estos periodistas de pluma interesada, les damos la medicina de la imparcialidad.
Y para nada me gusto que se silenciase el triunfo del mexicano Saldivar. A él se le debería haber dejado un espacio grande y no limitarse únicamente a decir que corto orejas el día que JT reapareció. Lo que hace tener aura o no. Que mal repartido está el mundo..
