Las ferias acaban siempre con castillos de fuegos artificiales y hoy para terminar la feria del Toro, los petardos los puso Cuvillo. Al encierro le faltó uniformidad en la presentación, ya que se unieron toros chicos para el toro que demanda Pamplona, con otros zambombos e impropios de Cuvillo, como el 4º. Además, si se une a la borriquez, falta de fuerzas y de alma de los toros, el encierro fue una autentica mascletá Valenciana.
Sólo el 5º, se movió algo, condición para que “El Juli” exprima a la toros y les corte las orejas. Así lo hizo, tras matar de una estocada en los bajos y trasera. El premio nos pareció excesivo, pero en el palco presidencial de Pamplona (como casi en todos los sitios, salvo contadas excepciones) la colocación de la espada no importa para premiar. Y así las Puertas Grandes saben a gol fantasma.
De los demás poco que destacar, Castella se topó con un lote deslucidísimo que no le ha servido ni para arrimarse, y antes, “El Juli” pechó con un desmoralizado toro de Cuvillo, que se terminó echando. “Aguador” se llamaba y su casta estaba aguada.
Lo duró llego con el 4º, antes Juan Mora quiso gustar con el primero, pero el toro no le dejó, Juan recibió al toro de salida y tras meterlo en el capote se dispuso a dar un primer lance encajado. El toro lo prendió y le rompió la bolsa escrotal. Juan, decidido, tiro para adelante y preparando al toro para entrar en el caballo resbalo y quedó a merced del toro. San Fermín le echo su capote y lo salvó. La faena comenzó bien, Juan se sentía inspirado, y dejó varios pases de buen corte. Pero en la preparación de un pase de pecho y al estar mermado el torero por la cornada en el escroto, el toro hizo por él y lo corneó de forma espectacular. Como resultado una cornada con dos trayectorias: una ascendente de 20 cm. que llega al hueso de la pelvis; y otra transversal de 15 cm. que llega al fémur. Además, ha sido intervenido de una cornadita limpia en el escroto. El pronóstico es grave y Juan ha sido trasladado al Hospital Virgen del Camino de Pamplona.
Ficha:
Plaza de Toros de Pamplona. Última de la feria de San Fermín. Lleno
Toros de Núñez del Cuvillo, deslucidos.
Juan Mora: Ovación y herido.
“El Juli”: Silencio y Dos Orejas.
Sebastián Castella: Silencio y Ovación
Por Fran Pérez
