Todo espectáculo de masas tiene una marca o varias que apoyan al evento. Eso es bueno para la marca, que se publicita y para el espectáculo, que se financia con el dinero que paga la marca por publicidad. Así ejemplos como la liga de futbol española, que está apoyada por un banco; la de futbol sala, por una empresa de automación; los espectáculos flamencos del Cante de las Minas, por cervezas, bancos, comunidades; O que sería de un monoplaza de Fórmula 1 sin publicidad……..
Los taurinos debemos de modernizarnos. Pasaría algo porque en las delanteras de los tendidos de primera fila, pusieran pantallas tipo publicidad de los campos de futbol, cuando el festejo fuera televisado, nos rasgaríamos las vestiduras al ver en el revés del capote de un torero una marca de seguros, Nos daría dolor de cabeza ver bordado en el peto del caballo de picar, una marca de ropa. Y lo que sería ya la releche de críticas, que un torero saliera con publicidad en la chaquetilla...
Sin publicidad la fiesta de los toros está al margen, sin ingresos que ayuden a que el espectáculo sobreviva. Con publicidad, la fiesta obtendría un ingreso complementario que podría influir en la bajada del precio de las entradas, en ver espectáculos muy rematados e incluso a una mayor presencia de los toros en los medios de comunicación por presión de las empresas publicitarias. Se imaginan un programa de toros al estilo Deportes Cuatro, que presentan los “Manolos”, calentando así los espectáculos taurinos….
Si el toro está esperando el dinero de la administración pública para sobrevivir, va apañado.
