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| "El Cid" con "Boliviano", el toro indultado hoy en Abarán. |
Correpor la tauromaquia un virus, alimentado por alguna difusión esperpéntica, de uncanal autonómico, que va a acabar con la fiesta.
Nodudo que la gente de un pueblo acude a la plaza de toros para pasárselo bien,muy distinto del ver torear, y quiere que el festejo, por poco que ocurra, seatriunfal. Si el toro es malo, da igual, por cuatro pases de justificación y unaestocada entera, el torero tiene las orejas cortadas. La presidencia, que en lamayoría de casos corresponde a cargos del ayuntamiento, que no tienen nipuñetera idea de presidir un festejo taurino, no duda en sumarse a la fiestaorejera y dar orejas a diestro y siniestro. Pero el virus, es aún peor, cuandose junta con un toro que se deja en la muleta. Entonces viene la virulencia delvirus y una buena faena del torero con orejas justas, se convierte en indultitisaguda bovina.
Estefinal de temporada se están viendo indultos de toros que no merecen lo que deberíaser un honor para el toro. Se está convirtiendo el indulto en un premio máspara el torero, cuando este debería de ser el triunfo de la bravura incansabledel toro. No me cabe en la cabeza que se indulten toros de justa presentación yque no demuestren su bravura en el caballo de picar. Si estos van a ser losreproductores de futuro, vaya futuro nos espera. Hoy, la pandemia de laindultitis aguda bovina, pasó por Abarán (Murcia). Y van…..in(S)ultos..
